“Un lenguaje que va más allá de la palabra”
- Por Antonella Diaz Heredia
- 9 nov 2017
- 6 Min. de lectura
Gonzalo Granja nació en la ciudad de Alta Gracia. Con 28 años es profesor de la carrera de diseño de multimedios del Colegio Universitario IES, fotógrafo y realizador audiovisual. Recorrió varios países en busca de nuevas aventuras para registrar esos momentos con la ayuda de su cámara e invitar a otros a viajar y a estar en la naturaleza. “Ríos subterráneos de Córdoba” y “encuentro con la aurora" son dos de sus fotos elegidas por la revista National Geographic.
Gonzalo relata que su interés por la fotografía comenzó a los 5 años cuando agarró la primera cámara a rollo que usaban en su casa para sacar fotos en cualquier evento familiar. “El rollo decía veinticuatro fotos, pero a veces tenía más. Cuando terminaban las veinticuatro fotos no se escuchaba que rebobinaba y era que quedaban un par más. Lo que hacían era darle esa cámara y los disparos que quedaban al nenito de la casa, ese nenito era yo”. Agrega que le gustaba experimentar con esos disparos y “después, cuando las revelaban, había veinticuatro fotos y de repente dos fotos de un gato, de una ventana”. Insiste en que eso es lo que quiere mantener siempre en sus fotos, la curiosidad de chico.
“Nunca estudié fotografía, fui más autodidacta; tuve una materia en la facultad pero muy por encima”, confiesa el fotógrafo. Además cree que hoy en internet hay una biblioteca enorme donde uno puede buscar cosas, encontrar data muy específica y ponerse en contacto con gente del otro lado del mundo. “Está ahí la información a un click”.
¿Considerás a la fotografía como un pasatiempo, una profesión, o un estilo de vida? ¿Por qué?
-Las tres cosas. En mi caso es lo que me divierte, lo que me apasiona, lo que me da de comer, es mi recreo y mi trabajo. Así como lindo suena, a veces, es complicado llevar tu momento de descanso también puede ser tu momento de trabajo.
En cuanto al trabajo previo al retratar un paisaje, el fotógrafo cuenta que antes de sacar una foto, normalmente trata de estar en el lugar y caminar. “No es de repente bajar por el camino y lo primero que veas es sacarle foto. A mí me gusta ver, estar muy conectado con las cosas que están pasando y después tomar la decisión. Después de haber visto todos los ángulos del lugar con todo lo que está pasando, ahí es realmente decir cuál es mi visión de esto, cuál es el ángulo que quiero mostrar del lugar y ahí recién sacar la foto”.

Con respecto al trabajo posterior, comenta que utiliza editores solamente para reforzar el mensaje de lo que había en la foto. “Nunca agrego algo en la foto o borro algo que está en la imagen, lo único que hago es tratar de recordar cómo fue el momento. Por ejemplo, estuve en unos pinares y los colores eran increíbles, entonces recordando ese momento lo que trato de hacer es con el editor es simplemente aumentar la intensidad de los colores. Trato de ser como coherente con el mensaje y con lo que era el momento. Para eso es el editor: para traer la información de vuelta”.
¿Hay un punto de conexión entre la naturaleza y la fotografía?
-No sé si realmente así como entre la fotografía y la naturaleza hay un punto de conexión, lo que sí sé es que hay gente que arranca con la fotografía y le gusta cómo se ve en una foto la naturaleza y después sin darse cuenta termina interesado. Hay otras personas que aman la naturaleza y de tanto disfrutar de esos espacios después quieren retratarlos, entonces se vinculan con la fotografía y ahí creo que hay un diálogo. Mi búsqueda con la foto es compartir momentos que inviten a otros a viajar y a estar en la naturaleza, creo que ese es el mensaje detrás de cada imagen.
El uso de redes sociales como Instagram, Facebook, Twitter, entre otros, ayudó a que las fotos de Gonzalo Granja se difundieran, según él, no hubiera sido posible que llegaran a la gente de otra forma. Asegura que hay que identificar esos espacios como medios de comunicación que antes eran únicamente la televisión, el diario, las revistas y que, hoy por hoy, hay una lista larga.
¿Qué sensación tuviste al momento de enterarte que unas de tus fotos, llamada “encuentro con la aurora” haya sido elegida por la revista National Geographic? ¿Lo esperabas?

-No, para nada. Hace poco pasó algo también muy loco: salió una segunda foto seleccionada para la Revista National Geographic, de los ríos subterráneos de Córdoba. Más me alegra todavía porque es Córdoba y soy fan de Córdoba, amo Córdoba con toda mi alma y qué decir de eso. A mí no me gusta subirme la mochila del ego, creo que no pasa por ese lado. Yo lo que siento, cuando sale en un medio tan grande como es esa revista, es una palmada en la espalda para seguir haciendo esto. Si te lo dice alguien desde ahí arriba es como decir “dale por acá”. No creo que te haga mejor ni peor en nada. La verdad que saqué esa foto, salió ahí, sigo siendo la misma persona y acá estoy tomando mate. Con respecto a la foto que salió en la National Geographic de Córdoba, me produce una alegría inmensa porque de repente, que nuestra provincia salga en esa revista, significa que ya no es mi foto, es la foto de Córdoba, ya es algo importante. Acá vivió mi familia y viven mis mejores amigos, y poder valorar el lugar en el que vivimos es algo importante.
Al ver la repercusión que tuvo en medios la elección de su foto de la aurora boreal, confiesa que le produjo una gran alegría: “Me alegra no estar solo tratando de valorar lo que está acá cerca y que haya más gente que le interese lo que es Córdoba y que le interese el arte, la música, la movida local, creo que es bueno que haya apoyo ,que la comunicación vaya para el mismo lado en cosas que son para todos y sobre el lugar en el que vivimos.
Durante Agosto del año pasado y en los meses de febrero, marzo y abril del corriente año, el fotógrafo realizó un viaje por Islandia. Una de las experiencias que le dejó es que “aún en el Ártico, en menos diecisiete grados bajo cero, con paisajes completamente diferentes y comiendo sándwiches y pescado, la gente busca lo mismo: busca estar tranquilos ser felices, que nadie le falte nada, y que por más de que a veces no nos podemos comunicar con las palabras, (porque de suerte hablábamos un inglés que nos entendíamos más o menos), hay un lenguaje que va más allá de la palabra y que todos estamos en este planeta en esa misma búsqueda. Creo que es un poco de perspectiva, no solamente descubrí un mundo nuevo allá, sino que me permitió volver y valorar todo lo que estaba cerca que a veces no me daba cuenta: del asado de los domingos, estar ahí con mis viejos, tomar un mate calentito, son cosas de todos los días pero que a veces hace falta un poco alejarse para entender lo que son”.
¿Cuáles son tus próximos proyectos?
-Ahora puntualmente tengo dos proyectos grandes, uno es en Noviembre: voy a estar en Nueva Zelanda un mes haciendo una serie de fotos y un video sobre no sólo qué es Nueva Zelanda (porque eso se puede buscar en google) sino qué se siente estar en Nueva Zelanda qué vive uno ahí, y eso lo estamos gestionando con empresas de allá y con gente de allá. Y después el proyecto para el próximo año es sacar un libro sobre maravillas naturales de Córdoba. Estoy con una editorial trabajando eso.
Por último, les aconseja a aquellos jóvenes que están interesados en el mundo de la fotografía que “sean curiosos, nunca dejen de preguntarse cosas, que las preguntas traen respuestas y que las respuestas traen conocimientos, es un camino que nunca se acaba y que hay que empezar a disfrutar ya el mismo camino. Sean sinceros y honestos, no hagan fotos para tratar de encasillarse, sino por una cuestión de poder expresarse y que den todo. De eso se trata encontrar algo que te gusta en esta vida y dar todo por ello”.



FOTOS: Gonzalo Granja
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