El arte de Shirley, una herramienta para plasmar ideas
- Por Antonella Diaz Heredia
- 9 nov 2017
- 3 Min. de lectura
Shirley tiene 18 años, vive en Córdoba y estudia Artes Visuales en la Escuela Superior de Bellas Artes “Dr. José Figueroa Alcorta”, perteneciente a la Facultad de Arte y Diseño de la Universidad Provincial de Córdoba (UPC).
Ella vive con sus padres. Todos los días se despierta a las 06:45 horas. Debido a que vive en un barrio periférico de la ciudad. Se levanta temprano para no llegar tarde a clases.
“Esperar el colectivo me tiene cansada” me dijo en la parada de la línea 11, mientras sostiene un porta tablero con una mano y en la otra una mochila carrito, además de la que tiene en la espalda.

El colectivo demora 30 minutos en recorrer los 7 kilómetros que separan su casa de la facultad. Cotidianamente, esta situación se repite.
Son las ocho de la mañana y comienza la clase de Grabado. En esta disciplina los estudiantes crean matrices en madera o en caucho, para luego imprimir en papel. El aula es grande, tiene mesas extensas y sillas de madera altas. Cursan 20 alumnos. La “academia” contiene en su interior alrededor de 44 aulas. Está ubicada sobre avenida Pablo Ricchieri, en el campus de la Facultad de Arte y Diseño perteneciente a la Universidad Provincial de Córdoba.
Después de la clase de Morfología, a las 12:10 horas, termina otro día de cursada. En Bv.Illia y Chacabuco, para tomar el colectivo y regresar a casa.
El comedor de la casa de Shirley es un espacio mediano, oscuro y frío, por lo que hay que prender constantemente un velador o la lámpara del techo. La mesa es su espacio de inspiración y dedicación, donde la estudiante ha pasado estos ochos meses desde aquel 27 de marzo cuando empezó a cursar.
A las 15:30 horas, plena siesta, Shirley se preparaba para realizar tarea.
“Es el trabajo final para color” comenta, mientras pinta concentradamente frutas sobre un paño azul en una hoja doble oficio.

Desde muy chica, le gusta dibujar y pintar. Con el paso del tiempo su interés por el arte fue creciendo al conocer las obras de varios artistas como Pablo Picasso, Vincent van Gogh y Salvador Dalí. Al no saber cómo expresarse con palabras, porque es un poco tímida, el arte para ella es una herramienta para volcar en una obra sus ideas y pensamientos. Por esa razón es que se decidió por esta carrera.
En la Provincial las materias son todas prácticas. Antes de que eligiera estudiar allí, tenía muchas dudas, hasta que una vecina le comentó cómo era la modalidad de estudio en esa facultad.
Para Shirley, el arte visual es una forma de trabajo independiente: “uno realiza sus trabajos, pinturas, esculturas o manualidades y luego puede venderlo en una feria de artesanos o por medio de las redes sociales”.
“El trabajo no es solamente trabajar bajo una relación de dependencia, trabajar es poder desempeñar tu vocación, aunque en estos tiempos es difícil conseguir un trabajo que te guste o de lo que estudiaste y por el cual dedicaste tiempo por años” reflexiona acerca sobre el tema de la salida laboral que tiene su carrera.
“Tardo, aproximadamente, dos o tres días en realizar los trabajos que me piden en cada materia” comenta. Existen ciertos prejuicios con las artes visuales, muchas veces provenientes de las ideas que suelen instalar las instituciones escolares con respecto a que los alumnos deben elegir una carrera que les garantice un buen trabajo o un cierto estatus social.
El 14 y 16 de noviembre, los alumnos de la facultad exhibirán todos los trabajos que realizaron a lo largo del año en la Instancia Evaluativa Final Integradora (IEFI). Será una muestra artística organizada por la facultad.
“Estoy feliz porque mañana termino mi primer año de cursada”, sostiene mientras le da fin al trabajo. El día terminó temprano, después de una extensa jornada entre cursada y trabajo domiciliario.
FOTOS: Antonella Diaz Heredia.
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